¿Qué pasa? El tiempo.

Puede que siga me temblando el labio inferior cada vez que alguien dice tu nombre; puede, y solo puede, que se me sigan empapando en ocasiones las mejillas cada vez que pienso en las cosas que antes eran y ya no son. Todos esos momentos quedan reducidos a fechas, números, recuerdos, con los que te regalaré una sonrisa torcida si disimuladamente recuerdo. Lo fácil que sería quemar en un papel todo eso que nos atormenta, sólo porque tememos no ser capaces de evitar la tentación de volverlos a repetir. Porque sabemos con exactitud que algunos "no te quiero perder" sólo significan "te olvido mañana". Y lo que hoy no es, pero un día fue, es posible que vuelva a ser mañana. 
No sé si me explico, ni si a alguien a estas alturas le interesa comprenderme. Nos cerrarnos en banda. Sólo porque no queremos dejar entrar desconocidos, que pasen a formar parte de nuestro día a día, para luego y acabar escritos en un trozo de papel que quemaremos por capricho.
Y si me preguntas qué me pasa te diré que el tiempo. Y no estaré del todo equivocada.