Consiguió trazar la frontera entre siempre y jamás.

Él corría, nunca le enseñaron a andar. Unos vienen otros se van. El valor para marcharse, miedo a llegar.  Dejarse llevar suena demasiado bien. Jugar al azar nunca saber donde puedes terminar, o empezar. Sueña con despertar en otro tiempo y en otra ciudad.