Yo tu segundo planto, tú mi quinto cubata.

Es hora de dejarse de chorradas y disfrutar de lo mucho o de lo poco que tenemos. Dejemos de buscar aquello que no vamos a encontrar, centrémonos en aprovechar y en aprender a valorar. Cuando las habladurías no te pueden hacer daño para la gran mayoría no eres más que un puto extraño. Hago todo lo que me apetece, pero he dejado de decir lo que siento, por lo menos hasta que encuentre a alguien que me merece. Hasta entonces me reiré con cada promesa, con cada 'pequeña', con cada 'te quiero'... Seré la chica dura, la chica que intenta aparentar que nada le importa, la misma que se rompe cada vez que la miras, la misma que llora cuando cada mañana la olvidan. Espera lo inesperado, dicen, cuando menos te lo esperes, afirman, pero al final no llega y desesperas. Que si pasas, no te preocupes, ya he aprendido a dar lo que recibo, que de perder el tiempo ya me he cansado. De cada caída me levanto un poco más fría, pero también un poco menos débil. Resumiendo, lo que te apetezca, cuando te apetezca, sin deber explicaciones a nadie. Y a quien no le guste, por favor, que no mire.