La Real Academia define la palabra IMPOSIBLE como algo que "no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder"; y define IMPROBABLE como algo "inverosímil que no se funde en una razón prudente". Puestos a escoger, me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo, supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza, a la épica. El amor, las relaciones o los sentimientos no se fundan en una razón prudente, y por eso no me gusta hablar de amores imposibles sino de amores improbables, porque lo improbable es por definición probable. Lo que es casi seguro que no pase, puede pasar.